San Sebastián y Málaga, siempre que el trabajo lo permita, son citas fijas en mi calendario de festivales de cine. Este año he sumado uno a la lista (Gijón) y el resultado ha sido satisfactorio. Los días que he pasado en la ciudad asturiana he comprobado que se trata de un certamen pequeño pero que destaca por la peculiaridad de su programación. Esta se compone de películas independientes en cuanto a estilo y temática se refiere, la mayoría invisible en las salas comerciales.
A continuación enumero los nueve filmes que tuve la oportunidad de ver en Gijón. En los próximos ‘posts’ incluiré las respectivas críticas y/o reseñas.
‘El estudiante’ (Argentina), de Santiago Mitre.
‘Faust’ (Rusia), de Alexander Sokurov.
‘Dark Horse’ (EE. UU.), de Todd Solondz.
‘Michael’ (Austria), de Markus Scheleinzer.
‘Un amour de jeunesse’ (Francia), de Mia Hansen-Love.
‘Vol special’ (Suiza), de Fernand Melgar.
‘P-047’ (Tailandia), de Kongdej Jaturanrasmee.
‘Totem’ (Alemania), de Jessica Krummacher.
‘Miss Bala’ (México), de Gerardo Naranjo.
De esta lista, el mejor filme, a pesar de su complejidad, fue ‘Faust’. El resto resultaron interesantes, salvo la floja ‘P-047’ y ‘Totem’, este última un verdadero bodrio. ‘El estudiante’ se llevó el premio principal, aunque me decepcionó.