Fresca, original y diferente son algunos de los calificativos que pueden emplearse para valorar ‘Mapa’, ‘película-diario’ de León Siminiani candidata a un premio Goya en la categoría de mejor documental. Una obra en la que el propio autor, en primera persona, hace partícipe al espectador de sus reflexiones sobre la existencia y el amor con un estilo que ha favorecido el boca a boca entre los espectadores. El filme refleja que la vida puede originar, literalmente, la creación artística. Recomendable.

Tras perder un trabajo en una serie de televisión y quedarse sin pareja, Elías decide pasar una temporada en la India con objeto de hallar la inspiración, dejar de ser un cineasta frustrado y, si puede, encontrar a una compañera de viaje. En el proceso se descubrirá a sí mismo.
‘Mapa’ brilla por un desparpajo (y atrevimiento) narrativo que genera empatía en el público, que se identifica con la búsqueda, la angustia y la parálisis vital de Elías. Este muestra las imágenes que capta con su cámara y recurre a la voz en ‘off’, así como a recursos gráficos y de montaje para enfatizar las emociones. Uno de los puntos fuertes de la película reside en su sentido del humor: Siminiani se ríe de sí mismo y propone un juego a través de la figura del Otro, algo así como su lado pesimista.

El largometraje también atesora sentido crítico (presente en sus alusiones a la situación de la India o la mención a la crisis y el movimiento del 15-M), aunque Siminiani se pregunta que quién es él para hablar de temas sociales, por lo que no profundiza en esos asuntos. De tono existencial y con diálogos de poso reflexivo, ‘Mapa’ va más allá de la experiencia ‘mochilera’ en la que puede hacer pensar en un principio. La historia se expande, avanza, retrocede y es rica en matices.
Lo mejor: su atrevimiento narrativo y el sentido del humor.
Lo peor: para algunos puede interpretarse como un ejercicio de ego.
Puntuación: 7/10.